Por: Dra. Benilde Tirado / Médico Psiquiatra. Especialista en niños y adolescentes.
Se entienden como factores protectores de la Salud Mental, aquellos recursos personales, sociales, institucionales y del ambiente (biológicos, psicológicos y socioculturales) que favorecen el desarrollo del ser humano y aumentan su resiliencia o capacidad para sobreponerse a los distintos contratiempos o tragedias a las que se enfrenta e incluso salir fortalecido de la experiencia.
A lo largo de la vida de una persona existen múltiples factores que pueden alterar el bienestar físico, social y psicológico; la propia evolución a lo largo de las distintas etapas de la vida son periodos que nos hacen más vulnerables.
Por ello, el trabajo de los profesionales de la salud mental debe centrarse en identificar los factores de riesgo para, en primer lugar, prevenir o minimizar posibles trastornos; y en segundo, para promocionar la salud mental, es decir, capacitar a las personas para que aumenten su salud mental y la mejoren.
Podemos mencionar como factores protectores de la salud mental:
- Disfrutar de una buena actividad física.
- Contar con una buena red de apoyo social y familiar.
- Buscar desarrollar un nivel educativo y económico suficiente.
- Favorecer espacios que nos permitan continuar nutriendo de manera positiva nuestra autoestima y seguridad.
- Desarollar una adecuada capacidad de comunicación.
- Disfrutar de habilidades sociales.
- Adquirir o fortalecer nuestras capacidades de manejo del estrés y resolución de problemas.
- Sentirse integrado y comprometido a nivel sociocultural.
- Disfruta de actividades de ocio y tiempo libre.
Es esperable que en algún momento de la vida se presenten situaciones complicadas, pero si contamos con relaciones seguras, apoyo social, somos capaces de expresar nuestros sentimientos, nuestras dificultades y buscamos soluciones alternativas, será más fácil salir airoso.