A partir de los 12 años se puede distinguir con más claridad la predisposición natural hacia alguna carrera, profesión u oficio. Es importante que tempranamente los padres puedan ayudar a sus hijos a descubrir su vocación, y no esperar hasta salir del colegio o estar postulando a la universidad para recién preguntarse qué carrera nos gustaría seguir.
Los psicólogos de profesión pueden administrar diferentes test de aptitudes para evaluar las aptitudes mentales más importantes, y éstas son: comprensión verbal, concepción espacial, razonamiento, cálculo numérico y fluidez verbal.
Mucho se habla de “aptitud” y a veces se confunde su significado. Aptitud es la capacidad de una persona para realizar adecuadamente cierta actividad, función o servicio. Es muy importante que antes de la elección de una carrera de nuestro gusto, estemos seguros que tenemos la capacidad necesaria para ejercer dicha carrera u oficio.
Vamos a poner dos casos prácticos.
Caso 1
Miguel quiere ser periodista como su padre, pero durante su vida escolar tuvo dificultades en la fluidez verbal, esto es, su capacidad para hablar y escribir con facilidad. Se le tomó un test de aptitud y se confirmó un puntaje bajo en fluidez verbal. En este caso, se le sugeriría a Miguel seguir otra carrera para la cual tenga mejores aptitudes.
Caso 2
Sofía quiere se ingeniera mecánica, durante su vida escolar se le hizo fácil los números. Al tomársele un test de aptitud, tuvo puntuaciones altas en concepción espacial, razonamiento y cálculo numérico. En este caso, afortunadamente, Sofía cuenta con las aptitudes necesarias para salir airosa en la carrera de su preferencia.
A los padres se les recomienda acompañar a sus hijos en el descubrimiento de su vocación y aptitudes. Es muy importante dejar que los jóvenes elijan su carrera de acuerdo a su preferencia y aptitudes. Se ven casos en que los padres quieren a través de sus hijos materializar un deseo que ellos mismos no pudieron lograr, ya sea por falta de oportunidades o aptitudes. Se me viene a la mente una película en la cual una madre matriculó a su hija desde muy pequeña en una academia de Ballet. La niña tenía todas las aptitudes para destacar como bailarina profesional, tenía una gran coordinación motora, pero descubrió que no le gustaba el Ballet tanto como para dedicar su vida al Ballet. Siguió bailando porque sabía lo que esto significaba para la madre hasta que ya no pudo más, no se sentía feliz. Afortunadamente tuvo el valor de decirle a su madre cómo se sentía y dar ese gran cambio en su vida.
Si necesitas ayuda para dar el consejo correcto a tus hijos durante su elección sobre su carrera profesional, puedes ponerte en contacto con nuestro staff de profesionales, que gustosamente te ayudaremos y guiaremos durante todo el proceso.